Movimiento 6
Esperando el vuelo, o la paciencia de Job.
Ya he almorzado, me senté un rato, pero no me puedo estar quieto. Lo emocionante es que me estoy filmando mientras escribo… no sé si ponga todo esto en YouTube, pero sé que algo pondré, no serán reportes como la vez pasada, sino algo más raro… no sé todavía cómo lo voy a armar, pero ando tomando varios vídeos. Creo que estoy medio loquito por la desvelada.
Mi almuerzo consistió en unos huevos revueltos, un poco de tocino, dos rebanadas de pan y un vaso de café. El café estaba muy caliente, pero con un poco de tiempo se templó para poderse beber. En cuanto a lo demás, estaba bueno y/o me moría de hambre. Después de tan opíparo festín, me fui a ver qué películas venden aquí, supongo que se podrán conseguir más baratas en otro lado, pagar más de 25 dólares por “Across the Universe” no me parece justo.
La mañana ha roto y el sol brilla allá afuera, lo sé porque sus rayos se cuelan por el techo y los cristales del aeropuerto. Además, se refleja en el piso recién pulido y encerado, mientras todo el mundo dormía, excepto el conserje y su noctámbulo observador. A la luz del día las cosas lucen mejor, debo decir. Me empiezo a sentir un poco cansado y tengo necesidad de cama, o un masaje en la zona alta de mi espalda. Mis hombros se agotaron con el peso de la maleta toda la tarde y gran parte de la noche. Sólo queda seguir esperando, vigilar mis cosas, mirar a las personas que pasan, tratar de hacer un par de vídeos más y soñar que ya estoy en Minneapolis.
¿Más temprano? ¡Sí, más temprano! He ido con la señorita del mostrador, una morenita que me recuerda a Halley Berry, y me ha puesto en una lista de espera. Si corro con suerte podré irme antes de las once. Ya me harté de este aeropuerto y mis ojos se cierran solos. Me es difícil mantenerme alerta y despierto. Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa (esto salió solo, me quedé medio dormido)
¡Funcionó! ¡Benditos sean los dioses! ¡Suertudo! Ya está listo. Estoy sentado en el 15A, ventanilla, el sol me saluda sonriente e indulgente. Puedo ver mis dedos y el teclado reflejados en la pantalla y debo reconocer que interviene en mi mecánica tarea con las teclas. Ja, ja. Tenemos un vuelo lleno, la mujer del mostrador en la otra puerta me ha hecho más que feliz. Podré llegar con tiempo de anticipación a Minneapolis y así estaré a tiempo para mi cita con Vïctor. Además, me voy del aeropuerto que comenzaba a asfixiarme.
Anuncios, instrucciones, “don’t be the cork in the bottle” es una frase que acabo de aprender. Tiene sentido, ¿No? Hay una mujer con un bebé en brazos… tal vez sean mis vecinos, no, no son. Un mini monstruo pasa junto a mí, identifica su asiento y recibe la felicitació´n de su orgullosa madre. Poco a poco cada uno se va acomodando, Tengo calor, me quitaré la sudadera, quién lo diría, nada salió a la hora en que lo planeé y, sin embargo, todo va “viento en popa”. Ya legaron mis vecinos, son una pareja joven que huele a fresa artificial, como el yogur que me comí en la mañana. Me parece que tienen el acento que escucho mucho en la escuela, así que lo asociaré con el “Midwest US” por lo pronto, no soy experto en acentos, claro.
Debo apagar este aparato por normas de seguridad. Ahora comienza el siguiente movimiento.
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